Petos para caballos (1930)



En las corridas de toros, los caballos de los picadores no siempre han llevado un peto
que lo protegiese de las embestidas del toro.

Como consecuencia de ello, resultaba que la muerte de varios caballos durante cada corrida era completamente normal.

En el diseño, concurso, fabricación y mantenimiento de los usados… Aranjuez fue pionero.


En la temporada de 1855, por ejemplo, se mataron en Madrid 191 toros, mientras que 412 caballos murieron corneados (morían por tanto una media de 2 caballos por cada toro).

En 1926, una R.O. de 12 de mayo, propone minimizar el daño y los riesgos a que son sometidos los caballos en las corridas de toros, y un vecino de Aranjuez –Esteban Artiaga- domiciliado en la Finca “Mira al Tajo”, se presenta el 6 de abril de 1927 en el concurso de ideas convocado.

Esteban lleva dos proyectos, que a la postre resultan elegidos entre los 5 mejores, para ser probados en las plazas de primera categoría.

 


Se cuenta que fue hacia 1928, en plena dictadura del General Primo de Rivera (presidente del gobierno), cuando se implantó la obligación del uso de petos en los caballos.



La orden fue emitida después de que el General, acompañado de una distinguida dama extranjera, viera cómo las vísceras de un caballo y su contenido salpicaban al público en la plaza de Aranjuez. Esto motivó la imposición del peto en los caballos que practicaran la suerte de varas y su obligatoriedad a todas las plazas de España.


En Aranjuez se fabricaron petos en “La Casa del Reloj”. Igualmente, en el Palacio Real se reparaban los que venían usados de las corridas...

Fuentes e Imágenes que no son propias:

Miguel Primo de Rivera (Kaulak, Museo del Ejército)
Fotograma de la "Corrida de Fuentes" (Filmoteca Española)

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