La colgadura de la Falúa de Carlos IV

La embarcación de Carlos IV era la preferida de la reina Isabel II (hasta que Mahón le regaló una propia). Tenía una eslora de 12 m, 14 remos y unos asientos muy cómodos.

Igualmente contaba con una "colgadura de pana verde", muy ricamente bordada con hilos de oro y plata, con 4 escudos en oro, regalo de reyes y papas.

El conjunto era de un valor altísimo y, por ello cuando la embarcación no era utilizada se guardaba en la Casa de Marinos, en un armario con puertas de cristal.

1865, Revista "El Museo Universal"

Lo mismo ocurría con el resto de enseres y ropas (se guardaban hasta el siguiente año).

Al día siguiente de marchar la reina,
y dar por finalizadas las jornadas (1852), se ordenó que todo fuera depositado en un arcón  cerrado con llave, y se mandara a palacio con inventario incluido. 
Tal y como se venía haciendo cada año, quedó depositado en un salón de la planta baja.

Con la nueva primavera, la reina se disponía a unas nuevas jornadas. Por ello, unas semanas antes todo debía estar listo.

El personal de palacio empezó la preparación, incluidas las embarcaciones y sus "colgaduras", cuyo fin era evitar entre otras cosas los rayos del sol.

Cuando el personal se dispuso a abrir el arcón que lo contenía, resultó que estaba vacío, la colgadura había desaparecido.

No había signos de violencia
en la cerradura, puerta, etc.

El hecho causó un gran revuelo, que llegó a ser recogido en la prensa (La España, 4 de marzo de 1853).

Del caso se encargó el Juzgado de Chinchón que, tras la detención de varios sospechosos y distintos interrogatorios policiales, no consiguió resolver el asunto.

Debido a ello, y ya que no había testigos de nada, se decidió cerrar la investigación.

La valiosa "colgadura" nunca apareció y, curiosamente, Patrimonio Nacional no publicó nada sobre el robo perpetrado...


Fuentes e Imágenes que no son propias:

Historia conocida gracias a José Ángel Orgaz Torres (https://orgaztorres.blogspot.com/)

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