Leguario de Carlos III

El “Paseo Consciente” de hoy nos lleva por la Calle de San Antonio y, justo en el cruce con la Calle de Postas, encontramos esta gran piedra.

¡Es un leguario! Algo equivalente a un poste kilométrico de hoy, pero indica la distancia en leguas.

Una legua era la unidad de longitud que expresa la distancia recorrida por una persona, a caballo o pie durante una hora.



Debido a que no es igual ir a pie que a caballo, se trata de una medida muy imprecisa, de una gran tolerancia, y que normalmente va de 4 a 7 Km.

De todos modos, por aquel entonces las distancias no se medían en Km. Se hablaba normalmente de varas o pies, y la Legua Castellana se fijó de origen en 5000 varas, lo que hoy sería algo más de 4 Km (4,19 km). Variaba mucho según los distintos reinos españoles, e incluso según distintas provincias.



En el s. XVI, la legua quedó establecida en 20000 pies castellanos (algo más de 5,5 Km entre 5,572 y 5,914 km) y, aunque fue abolida por Felipe II en 1568, siguió usándose con mucha frecuencia.

Más adelante (s. XVIII), reinando Carlos III con hombres ilustres en el poder, se aportaron nuevas ideas para solucionar el serio problema de la red viaria.

Se mejoraron las conexiones interiores, creando una red de seis carreteras radiales, que unían el centro (Madrid) con los extremos de la península.



La de Andalucía pasaba por Aranjuez, que se convirtió en parada de postas (de ahí la calle Postas). Igualmente se determinó que cada legua tuviera 8000 mil varas castellanas de Burgos. Son las llamadas “Leguas de Carlos III” o “Reales” (6,687 Km, 24000 pies).

Además, establecía marcar los caminos con los “leguarios”, para que los viajeros tuvieran mejor información. Señalaban la distancia hasta el fin del trayecto, y normalmente se situaban en el lado izquierdo de la ruta, en sentido al destino.


  

Se trataba de unos pilares altos de piedra, que debían ser distinguidos incluso con nieve, y en cuyo frontal se esculpía con letras romanas la inscripción “A Madrid nº leguas”. El “punto cero” todavía se encuentra en la Puerta del Sol de Madrid, donde se estableció.

Resumiendo, tenemos leguas de 20000 pies (5.57 Km), leguas de 24000 pies (6.687 Km) y leguas de 21000 pies (5.851 Km). Un sinfín de valores distintos en épocas y lugares. De modo que Carlos IV se vio en la necesidad de unificar en 20000 pies el valor de la legua, en todos los casos (R.O. 26 enero 1801).

Los 20.000 pies equivalían a 5,5727 km, y desde entonces estas leguas fueron las utilizadas para medir los caminos de España, antes de adoptar los kilómetros del sistema métrico decimal (1 de julio de 1880).



La gran piedra de la calle San Antonio corresponde a un hito que marcaba la distancia a Madrid. Se encontraba en la antigua carretera de Toledo (a la altura de la antigua fábrica de Lever).

Con el cambio de ubicación, se intentaba evitar un atentado de ETA contra la comisaría de policía, que por entonces se encontraba en la Casa Atarfe.

Se sabía que Aranjuez estaba en la Lista de posibles objetivos, y la calle Postas podía ser una recta perfecta para enfilar un coche bomba.

Se trata de una solución similar a la que años después se tomó en grandes ciudades, colocando jardineras para evitar atropellos masivos intencionados, como los de Barcelona o París.

En escritos de época, existen referencias a este Leguario:



Baltasar Monconys (diplomático francés) en 1695:

“…Saliendo de esta ciudad, nos encaminamos hacia Aranjuez, Jardín Real, a 7 leguas de Toledo y a otras 7 de Madrid. El lugar está situado en una hermosa llanura de más de 5 leguas rodeada de pequeñas colinas con bosques muy bellos repletos de caza. Abundan sobre todo los ciervos, jabalíes, conejos…”


 

Juan Antonio de Estrada (escritor y pagador de gentes de la guerra) en 1746:

“…En la undosa ribera del caudaloso Tajo con vistosa y apacible estancia, yace fundado el Real Palacio de Aranjuez a 7 leguas de Madrid, y no lexos de Toledo, en término de Ocaña, ameno sitio donde compiten los esmeros del arte con los de la naturaleza entre cristalinas aguas del referido Tajo y Jarama, que se juntan para hacer más ameno este jardín del orbe…”.

Alejandro Dumas en 1820:

“…El Real Sitio de Aranjuez está a 7 leguas de Madrid, en un delicioso valle que debe al Tajo su lozanía y belleza…”.


Indicdor de 8 leguas, abandonado

Este otro indicador se encontraba a 1 legua de distancia y, comprobada la separación entre ellos, se puede asegurar que ambos corresponden a la época de Carlos III, cuando la legua era de 6,687 Km.

En estos 250 años… ¡Cuántos viajeros a pie, caballo o carreta, desde reyes a plebeyos, gentes de toda condición, habrán pasado frente a ellos!

Indicador de 7 leguas y media, abandonado

En el mes de julio de 2025, fue aprobado por el pleno municipal de forma unánime, el traslado de los leguarios “abandonados” en la antigua carretera de Toledo hasta el pueblo de Aranjuez. Allí se les buscará un buen lugar, donde puedan ser contemplados…

 
Fuentes e Imágenes que no son propias:

Gracias a: Tomás Ruiz (una vez más) por esos “ratitos de conversación virtual” en los que me sigue iluminando, y a... "Txino" Marañón García (por "descubrirme" el tercer leguario).
Leguario Gredos (Xemennendura) (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=73773344)Leguario de Bailén (Cenriquet) (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5511091)
Leguario de Avila (https://mateturismo.wordpress.com/2018/11/08/los-leguarios-de-gredos/)
E. Nolte y Aramburu: “Caminos Reales y Leguarios de Bizkaia” (s. XVIII y XIX)
Ministerio de Fomento: “Entre Millas, Leguas y Kilómetros”
Zacarías López Barrajón Barrios: “Jalonamientos en la caminería Hispánica del s. XVIII: Los Leguarios de Quintanar de la Orden y Santa María de los Llanos”.

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