Postes de Juanelo

Postes de Juanelo

Camino al Monasterio de El Escorial (M-600), se encuentra la entrada del famoso Valle de Los Caídos.

Pasado el control, entramos al recinto, y a 2 Km (por el C. de los Camareros) veremos estas columnas conocidas como “Postes de Juanelo”.

Existen diversas teorías sobre el “para qué” de los Postes de Juanelo. Fueron labrados para:

Alcázar de Toledo

Servir de contrapeso, en un artilugio muy complicado que subía agua del Tajo a Toledo.

 Para la escalera principal del Alcázar de Toledo en época de Felipe II. 

3ª Sujetar un palacio de nueva construcción en Aranjuez, de manera que el río Tajo pasara por debajo de él.

Juanelo Turriano

Juanelo, que era ayudado en sus trabajos por su hija y una borrica, comenzó a trabajar muy pronto para la corona española. El Emperador Carlos V le contrató como Relojero Real en 1529.

Era muy aficionado a construir pequeños autómatas, unos juguetes asombrosos. Uno de ellos fue el “Hombre de Palo”, que dio nombre a una calle de Toledo (aunque puede tratarse de una leyenda).

Más adelante, trabajó también para Felipe II de relojero, ingeniero, inventor, matemático, astrónomo… y como arquitecto logró subir el agua del río a la ciudad de Toledo, salvando más de 100 m de desnivel.

Existió un proyecto de obra para el Alcázar de Toledo, y por ello se explotó una cantera de granito cerca de Sonseca. Según parece, en ella se labraron enormes postes de piedra, destinados a unas escaleras.

Tal vez se paró el proyecto o sobraron piezas. El caso es que Juanelo pensó que aquellas piedras sobrantes podrían servir para alguno de los encargos, que la corona le había hecho en Madrid, Aranjuez o el mismo Toledo.

El destino hizo que Juanelo muriese antes de contar a nadie cuál sería el uso, o cómo pensaba transportarlas, y las columnas quedaron arrinconadas.

Pasado el tiempo, en unas canteras de Toledo, se encontraron cuatro de ellas labradas por él mismo. Habían quedado olvidadas (3 en Nambroca y 1 en Sonseca). Tenían 1,5 m de diámetro, 11 m de alto, y 54 toneladas de peso.

En 1940, un sargento retirado de la Guardia Civil (Dámaso Garoz Fernández) mandó una carta a Franco, para comentarle la existencia de dichas piedras y lo oportuno que sería ubicarlas en el Valle de los Caídos.

En 1949 se inicia el traslado de las piedras. A pesar de ser años de hambre y escasez, se montó un caro dispositivo.  

Se construyeron vehículos enormes para el transporte de las columnas, dotados de colosales ruedas de avión, y las pasearon por todo el centro de Madrid a 10 Km/h. El convoy circuló por Cibeles, calle de Alcalá, Gran Vía, Princesa, la Castellana, Abascal y Moncloa.

Su emplazamiento iba a ser la basílica del Valle de los Caídospero, debido al temor de que algunos puentes no pudieran soportar el peso, finalmente fueron instalados a la entrada del complejo, el 20 de noviembre de 1953.

En Orgaz, todavía se conoce aquel cantar que dice: “…Los postes de Juanelo ya van andando y llegarán al Sitio sabe Dios cuándo”...


Fuentes e Imágenes que no son propias:

NODO
www.cuelgamuros.com
www.latribunadetoledo
www.villadeorgaz.es

Comentarios