El "Padre Fuentes"

Pasada la Guerra Civil, los Jesuitas volvieron a España y con ello regresaron a Aranjuez. Comenzaron a reorganizar nuevamente el noviciado, con el fin de seguir su misión.

Y por allí andaba Heliodoro Fuentes Pérez, al que todos conocían como el “Padre Fuentes”. Nacido en Vitigudino, provincia de Salamanca (1905).

Fue un jesuita de formación clásica que rompió moldes. Era hombre de carácter, que simpatizaba más con la gente llana y sencilla de la calle que con aquellos “santurrones” que siempre estaban en misa, rezando y dándose golpes de pecho.

Tenía la capacidad de atraer, como un imán, a cualquiera de aquellos jóvenes rebeldes de entonces y ponerle en el buen camino. Cuando algún chaval cometía alguna trastada, lo regañaba y le propinaba una cariñosa palmadita en la cara, acompañada de un “¡Ay, tontinaca!”.

A veces resultaba intransigente y antipático. Pero todo era culpa de su personalidad y enorme predisposición para el trabajo, que le convirtieron en alguien querido y respetado por personas e instituciones.

Zócalo del Palacio de María Cristina (Deleite)

Realizó el noviciado en la Compañía de Jesús, para lo que ingresó en Aranjuez (30 de mayo de 1925) y fue ordenado sacerdote en Francia (1937). Cursó estudios de Filosofía, Letras Clásicas, Magisterio y Teología. Impartió clases en Bélgica, Madrid y Aranjuez.

Pocos años después, fundó las escuelas Loyola en nuestra ciudad (1941).

Loyola fue creado de la nada, pero llegó a ser un centro de Formación Profesional “no reglado” de referencia. Un fenómeno cultural y social de aquel Aranjuez de posguerra.

Heliodoro Fuentes visitó a los directores de las principales empresas de Aranjuez (EISA, CIESA, La Azucarera, La Transradio, etc) y les propuso un plan, que recibieron gratamente sorprendidos. Lo cierto es que venía a resolver la urgente necesidad de preparar aprendices para sus empresas.


Sus comienzos fueron en una especie de aulas improvisadas dentro de una vieja vivienda, que se encontraba a la izquierda de la entrada del Colegio San Estanislao.

Las primeras clases tuvieron que ser nocturnas, ya que muchos profesores y alumnos estaban ocupados por el día.

Ante la falta de espacio en Loyola, en septiembre de ese mismo año comenzó el primer curso de Aprendices Mecánicos, en el Colegio de Ferroviarios de la C/. del Capitán.

Pero el padre no se conformaba y, aprovechando unos terrenos cedidos por la Compañía de Jesús y con una subvención de 500.000 pesetas, que consiguió reunir, se colocó la primera piedra del actual edificio (18 de marzo de 1945).

La calidad de enseñanza era excepcional para la época. Un buen número de profesores eran alumnos que, una vez terminados sus estudios en la escuela, pasaban a la enseñanza.

En la escuela se tenía la oportunidad de aprender un oficio, pero también Filosofía, Ética, Plástica, Arte, Literatura, Teatro, Cine, Formación Humana.

Podemos decir que Loyola llevó a cabo una buena labor educativa pero, no sólo con los alumnos, sino también con los ciudadanos de Aranjuez.

La obra del Padre Fuentes no quedó aquí. Llegó a fundar tres escuelas más en localidades cercanas como Valdemoro, Illescas y Santa Cruz de Mudela.

Dirigió las Vanguardias Obreras Juvenil y Social. Fue rector de la Comunidad Jesuita de Aranjuez, y llevó la dirección del centro hasta 1965.

En ese momento, se traslada a Madrid como director de la Escuela Padre Piquer donde permanece hasta 1971. A partir de entonces cambia su destino varias veces, pasando por Toledo y Cáceres.

La Comunidad de Madrid le otorgó la Medalla de Plata en reconocimiento a su obra, y en 1996, Aranjuez le hizo entrega de la Medalla de Oro de la población, a título póstumo. La recogió Deogracias del Pozo, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de Loyola, de manos del alcalde José María Cepeda. Aunque él no pudo asistir al acto, sí estuvo presente su imagen y voz.

Pasó los últimos años de su vida en Alcalá de Henares, pero la mayor parte de ella la disfrutó en Aranjuez.

El Padre Heliodoro Fuentes falleció en la residencia Ignacio de Loyola de Alcalá de Henares, a la edad de 90 años. Sus restos descansan hoy en el cementerio de San Isidro de Madrid…


Fuentes e imágenes que no son propias:
https://cecibustos.wordpress.com/2010/01/08/el-p-fuentes-loyola-y-yo/
El Espejo: Año II, III época, nº 143 de Aranjuez y comarca 15 de noviembre de 1996
Fuentes familiares
Fotos de Chele Ortiz

Comentarios

  1. Lo poco que le conocí me pareció un hombre amable pero eso sí muy recto ,con un pequeño grupo de compañeros pasamos unos días de vacaciones en la tova cuenca

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  2. Mis fuentes familiares coinciden con tu comentario. Gracias.

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  3. Fuimos muchos los chavales que encauzamos nuestra vida en Loyola.

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  4. Exactamente así es. Yo diría que ha sido toda una cantera de profesionales, y todo empezó con este señor. Gracias por el comentario.

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