Estatuas de Palacio (1752)
La noche del 16 de junio de 1748, el palacio sufre un voraz incendio y debe ser reconstruido en parte.
El rey Fernando VI, además de reparar los destrozos del fuego, decide terminar la parte exterior que faltaba por concluir, incluidos los remates. Para ello, se propuso un número de adornos, entre los que se citan unas estatuas.
Aunque
el pueblo,
principalmente republicano, las conocía como “Los tres Reyes de Carmona:
Cernícalo, Mico y Mona”. Realmente corresponden de derecha a
izquierda con los reyes Felipe II, Fernando VI y Felipe V.
Son
unas esculturas realizadas en piedra blanca de Colmenar, esculpidas por Pedro
Martinenghi (alumno aventajado de Domingo Oliveri).
A
petición de Bonavía, el encargo exigía que fuesen de una sola pieza, “sin pelos”,
rayas, agujeros, soldaduras, y de una altura de 10 pies castellanos (2,78 cm). De
no cumplir estas condiciones o apreciarse cualquier defecto, se repetiría el trabajo hasta la perfección.
Debían
terminarse antes de abril de 1751. Cosa que se cumplió.
En
el contrato se firmó un pago de 59.000 reales de vellón por su trabajo.
Las
estatuas se comenzaron a subir el 18 de marzo de 1752. Se hizo con un simple
torno. Primero se subió a Felipe II, después a Felipe V y por
último seis días después a Fernando VI.
El
propio Martinenghi estuvo presente, supervisando el trabajo.
Desde
abajo no pueden apreciarse bien los detalles de las estatuas, por lo que es recomendable
utilizar unos prismáticos. Caras, trajes, manos, dedos, rodillas, etc. todo
está muy conseguido.
Felipe
V lleva un traje de armadura con una banda sobre su hombro derecho, un fajín
anudado a la cintura, capa o manto real, peluca de rizos (como mandaba la época),
un bastón de mando en su mano derecha, la corona real en su cabeza y el toisón
en el cuello.
Fernando
VI, quizás sea el más conseguido. No en vano era el rey del momento. Viste casaca, pantalón
corto, chupa abotonada, se cubre con manto real, lleva peluca de moda, el cetro
en su mano derecha, corona y toisón.
Felipe
II es el más antiguo.
No es un Borbón y por tanto no lleva peluca. Su traje denota la época
del reinado, lleva fajín y manto real.
Las
coronas, toisones y cetros de los tres reyes son fundidos en bronce. Para ello
fueron necesarios unos moldes de madera.
Debajo
de las estatuas
hay un escudo y dos carteles a ambos lados en latín, que vienen a
decir: “Felipe II comenzó, Felipe V la continuó y Fernando VI la
concluyó”.
Sabemos que posteriormente, Carlos III añadió las dos alas…
Fuentes e Imágenes que no son propias:
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