Antonio Fernández (primer piloto español)

Antonio Fernández Santillana, nació en 1866 dentro de una familia muy modesta en la Calle del Capitán n.º 54 de Aranjuez.

Con el tiempo se convirtió en el primer piloto español que voló con éxito.

De modo que, esta vivienda, no es una casa cualquiera. En ella vivió Antonio Fernández Santillana, el primer piloto español.


A mediados del siglo XIXAranjuez contaba con unos seis mil habitantes. El Ayuntamiento se había formado 30 años antes, la población se iba instalando en el Real Sitio paulatinamente, y nacían nuevos oficios, como el de la sastrería.

En Aranjuez había cinco sastres, y uno era su padre Domingo. 

La familia resultó muy taurina, tres de los nueve hijos fueron famosos picadores de la época. Uno de ellos, “El Chano” alcanzó el éxito, a las órdenes de los primeros espadas del momento como Bombita, El Gallo, Belmonte, y otros famosos espadas de aquella época.

Calle del Lucero

El matrimonio se trasladó a vivir a la Calle del Lucero nº 3, a la vuelta de la entrada principal de la populosa Casa de Fogones, y Antonio marchó a París en 1894, tras cumplir el servicio militar.

Allí, abrió un taller de alta costura y gracias al oficio que aprendió de su padre logró triunfar, alcanzó prestigio y una buena posición económica.


Contactó con los primeros aviadores europeos y americanos. En 1908, Antonio comenzó a construir su primer biplano. Tenía 10 m. de largo y 8 m. de envergadura. Lo fabricó en su propio taller de costura, conforme a unos planos ideados y diseñados por él mismo.

En esos momentos, se estaban desarrollando los primeros motores de explosión, y para su éxito, era necesario mejorar la relación entre peso y potencia.

En esa época, ningún aparato superaba los 400 kg, incluido el peso del piloto.

El “Fernández”, con su hélice fabricada de nogal, y sus 235 kilos, compensaba la falta de potencia y hacía que el aeroplano pudiese volar a una buena velocidad.

Estos aviones eran máquinas muy frágiles, construidas con madera, tela y cables.



Los primeros modelos construidos con estos materiales, nacieron en talleres de bicicletas. Antonio lo hizo en su sastrería.

Como suele ocurrir, los primeros intentos fueron un fracaso, pero Antonio, al menos, consiguió que se hablara de él.

 








Decidió fabricar dos nuevos aparatos, y presentó uno de ellos en la Primera Exposición Internacional de Locomoción Aérea celebrada en París, en septiembre de 1909, llamando la atención del propio Presidente de la República.

El 27 de noviembre de ese año, ante un grupo de expertos deportivos, Antonio Fernández tomó los mandos de su aparato y se elevó hasta una altura de 20 metros.

Al poco tiempo del despegue, unas ráfagas de viento le obligaron a realizar un aterrizaje algo brusco, sufriendo el aparato ligeros daños.

Una vez reparado, decidió reanudar su ensayo, pero antes del vuelo se detectó la rotura en el cable del mando.

Antonio lo sustituyó por una cuerda para no perder tiempo en la reparación, y al intentar tomar tierra, la cuerda se rompió con el roce precipitándose contra el suelo.

El motor, de unos 60 kilos, lo aplastó literalmente.

La triste noticia corrió como la pólvora por toda la Costa Azul y llegó de inmediato a las redacciones de los periódicos locales e internacionales, como The New York Times, que el 7 de diciembre de 1909, decía así:


“AVIADOR SE MATA EN SU PRIMER VUELO”

El aeroplano se voltea e impacta a Antonio Fernández cerca del Aeródromo de Niza.

CONSTRUYÓ LA MÁQUINA EL MISMO

La víctima era un hombre sorprendentemente atractivo, bien conocido en Nice donde anteriormente había sido un sastre de mujeres de moda.

Fernández es el tercer hombre en morir en un aeroplano propulsado por motor.

Los gastos del funeral corrieron a cargo del municipio francés, y el Ayuntamiento asumió el coste de las exequias y la sepultura.

El pleno municipal aprobó por unanimidad dedicarle una calle en Niza (Francia), llamada “Rue de Antonio Fernández”.

Pero, tuvo que pasar casi un siglo (11 de julio del 2002), para que, en España, el Pleno del Ayuntamiento de Aranjuez acordase hacer lo propio.

Además, el año 2010, Antonio fue nombrado Hijo Predilecto del Real Sitio y Villa.

Igualmente se anunció la colocación de dos placas conmemorativas por el fallecimiento. Una en su casa natal (Calle del Capitán) y otra en la calle de su nombre.

Finalmente, ninguna de ellas fue colocada.



Antonio Fernández Santillana, a los 43 años, fue un pionero de la aviación de alcance mundial.

Fue además el primer constructor español de un avión que voló con éxito, convirtiéndose así en el primer piloto de la Aviación Española, primer piloto en España muerto en accidente aéreo y quinto en el mundo. Sin embargo, hoy sigue siendo un desconocido en el pueblo que le vio nacer.

¡¡¡A veces, es muy difícil “ser profeta en tu tierra”!!!...


Fuentes e Imágenes:

Gracias al Cronista Oficial de Aranjuez J. L. Lindo, que puso en valor la historia de “Antonio Fernández Santillana, el primer aviador de España”. Muchos de los datos han sido extraídos de su publicación: (https://publicaciones.defensa.gob.es/media/downloadable/files/links/P/D/PDF317.pdf)
Primer vuelo con motor de la historia el 17 de diciembre de 1903. A los mandos Orville Wright; a la derecha, su hermano Wilbur.
“El Chano” (revista “Los Toros”)
Biplano (dibujo): https://aeropinakes.com/wordpress/1909/12/06/mort-de-laviateur-fernandez/


Comentarios

  1. Un personaje más que nos descubres y pones en valor.

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  2. Solo hago de altavoz. El verdadero descubridor no soy yo, tal y como reflejo en los agradecimientos.

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  3. Personaje curiosamente desconocido en Aranjuez. Una historia muy interesante.

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  4. Si, muy desconocido, como tantas otras cosas. Pero poco a poco hay que ir sacándolas a la luz. Gracias, me alegro que te haya gustado.

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