Bandera de España (1785)
Carlos III elige la que será bandera de
España, para distinguir sin error a los barcos en alta mar. Lo hizo en Aranjuez
allá por 1785, ¿lo vemos?
Tras las diferentes banderas usadas por los reinos de Castilla, Aragón y Navarra a partir de 1492 y hasta 1506, se utilizó el estandarte de los Reyes Católicos.
Cruz de Borgoña
Después, cuando su hija Juana I de Castilla se casa
con Felipe «el Hermoso», las banderas españolas de la
época comienzan a ser blancas e incluyen como elemento común la
Cruz de Borgoña.
Cada rey incluía en ella pequeñas variaciones, pero esta fue la primera bandera que representó a la España de reinos unificados. Se utilizó hasta 1793.
Ya en época de Carlos III, los barcos utilizaban un pabellón naval con el escudo borbónico sobre fondo blanco, de modo que, a veces, era confundida fácilmente con otras monarquías borbónicas como Francia, y ello daba lugar a situaciones de peligro entre navíos por fuego amigo.
Carlos III tuvo que buscar la solución al problema, y convocó entonces un concurso para elegir una nueva bandera.
El marino
Antonio Valdés presentó al rey 12 bocetos. Pero, curiosamente, hizo una pequeña
trampa. Colocó en primer lugar su opción preferida, al modo de los grandes Supermercados. ¡A
la altura de los ojos el producto que el cliente debe elegir!
Y el rey
eligió esta bandera que combinaba los colores “encarnado y amarillo”.
En el Real Decreto firmado aquí, en Aranjuez el 28 de mayo de 1785, Carlos
III escribía textualmente:
“(…)Para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la
experiencia puede ocasionar la Bandera Nacional de que usa Mi Armada Naval y
demás Embarcaciones Españolas, equivocándose a largas distancias ó con vientos
calmosos con la de otras Naciones, he resuelto que en adelante usen mis Buques
de guerra de Bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta
y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y
la de en medio, amarilla (…)”.
Años después, en la Guerra de Independencia contra Francia (1808-1814), muchos marineros se pasaron al ejército de tierra. Por ello, la bandera roja y amarilla empezó a verse en el interior de la península.
Tuvo que ser la reina Isabel II en 1843 la que extendió su uso a todo el ejército.
GENIAL.
ResponderEliminarAsí fue y así hay que contarlo. Gracias
ResponderEliminar