Octavio, "el zapatero"

Octavio, enero 2025

Octavio Rodríguez Yepes nació en un pueblecito de Córdoba, llamado Espejo, el 30 de noviembre de 1932.

Con tan solo 8 años, aprendió el oficio de zapatero viendo trabajar a su primo. Le ayudaba a enderezar las puntas para clavarlas en los zapatos. Lo primero que aprende un zapatero es a coser. Él, cada día, aprendía un poco más, hasta que con 15 años ya sabía trabajar perfectamente.

Llegado el momento de cumplir el servicio militar, lo hizo en Sevilla, y su hermano Miguel en el cuartel de Pavía de Aranjuez.

Aprovechando un permiso, el hermano vuelve a Espejo para reencontrarse con la familia. Antes de regresar, Miguel pide a Octavio que vaya con él hasta el Real Sitio a pasar unos días.

Ante la insistencia y el beneplácito de la familia, accedió. Vino a Aranjuez y se hospedó en la Pensión Madrid, de la calle Postas. Mientras, su hermano habló con el capitán, el cual autorizó que Octavio pudiera comer en el cuartel los días que permaneciese en Aranjuez.

En el recorrido diario a la Comandancia a la hora de comer, pasaba por delante de la zapatería Alberto, en la carretera de Andalucía (junto a la ferretería Ortega) y se quedaba mirando trabajar al zapatero.

Éste, al verle con tanto interés, le ofreció ir por las mañanas a ayudarle. Tenía trabajo atrasado, le haría un gran favor y además sacaría un dinerillo. Octavio aceptó después de consultar con su hermano.

Cuando Alberto le vio trabajar, intentó que se quedara con él, en lugar de volver a su pueblo. Consultada la familia, accedió y se quedó.

En 1956, la zapatería de Alberto cerró y Octavio se vio obligado a alquilar un hueco bajo la escalera de un edificio para seguir trabajando (Stuart 57, entre papelería Garpaje y Bicicletas Marcos). Pero el destino quiso que, en 1976, Caja Madrid comprase el edificio e indemnizara a los arrendatarios. En ese momento, Octavio coge el dinero y busca un nuevo local.

Por suerte, encontró ubicación en la misma calle Stuart, 15, donde sigue ofreciendo sus servicios.

Calle Stuart, 17 (enero 2025)

Confiesa que, mientras las facultades se lo permitan, seguirá cada mañana atendiendo el negocio de toda la vida. Las tardes, sin embargo, las reserva para un largo paseo.

Tantos años de trabajo en el calzado, proporcionan a Octavio una gran experiencia en el oficio. Ha visto como los zapatos, que antes se hacían de piel o cuero, ahora son de mala calidad (plásticos o sintéticos, hechos para durar poco).

La maquinaria, en cambio, sí ha mejorado muchísimo el trabajo del artesano. Si antes tardaba horas en limar con cristal una suela, ahora es cosa de 5 minutos.

Por las manos de Octavio han pasado zapatos de clientes que venían desde los pueblos de alrededor, incluso Toledo y Madrid.

No hay duda de que Octavio Rodríguez Yepes es un gran profesional, que muestra con orgullo algunos premios y reconocimientos. Pero, ante todo, es amable, cariñoso, educado y buena persona…



Fuentes e Imágenes que no son propias:

Octavio Rodríguez Yepes
https://www.facebook.com/watch/?v=1069914590015581
https://www.youtube.com/watch?v=R_hR7e9dzZQ
Vicente Duarte Salgado “Establecimientos Antiguos y Emblemáticos de Aranjuez”
Miguel Gómez Minaya
Ruth Lucena para “4Esquinas” en 2006

Comentarios

  1. Entra vuela Octavio no solo la jente con carrera universitaria merecen reconocimiento porque los ciudadanos de abierto tenemos mucho que decir

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