Las caceras
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Cacera en el entramado urbano |
“Cacera” es una palabra de nuestro idioma muy poco utilizada. Sin embargo, los ciudadanos de Aranjuez la han usado durante décadas y la consideran como patrimonio del Real Sitio. Son muy pocas las personas que fuera de nuestro entorno, conocen su significado.
Según la RAE, cacera es una “zanja o canal por donde se
conduce el agua para regar”.
El total de las caceras existentes en Aranjuez, forman una
compleja y centenaria red de riego. Pero, podemos asegurar que la
más conocida de todas, y la más polivalente es la “Cacera Pileros”.
Si volvemos a la RAE, “los pileros” son “peones que amasan
con los pies el barro destinado a la fabricación de adobes y objetos de alfarería”.
Posiblemente, fuera utilizada con este fin en algún
momento de la historia y de ahí le venga su nombre.
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Imagen creada con IA |
Se trata de una cacera de apenas 6 m. de longitud y
una anchura cercana a los 3 m. El agua procede del caz de la Azuda y va por la
parte derecha de la Vereda de Colmenar. Sus aguas riegan distintas huertas
del Rebollo, pero, además tuvo otros muchos usos.
Las clases populares tuvieron desde siempre una relación estrecha
con ella. Podemos decir que era uno de los lavaderos principales del pueblo.
El fondo de esta cacera era de piedrecitas, ello hacía que el agua no se
enturbiase a la hora de aclarar la ropa, al contrario del resto, que eran de tierra.
Igualmente, allí acudían las novias a lavar la lana de sus
colchones durante el siglo XIX y XX. Estaba rodeada de una extensa
pradera donde poner a secar toda la colada al sol.
En las caceras aprendieron a nadar muchos ribereños,
y la "Cacera Pileros" era uno de los lugares preferidos para el baño de los más pequeños.
El agua no pasaba de la cintura de los chavales. No había peligro.
La cacera de los “Dos Caños” (justo frente al Castillo del Jardín
del Príncipe) era algo más grande, un poco más profunda, y tenía más agua.
Allí, los niños terminaban de adquirir los mínimos conocimientos
natatorios antes de meterse en el río.
Además de la "Cacera Pileros" y los "Dos Caños", había otras
muchas que se encargaban del riego dentro y fuera de los jardines. Una
de ellas era la Cacera Redonda. Al estar en la Calle de la Reina, era
muy fácil llegar a ella andando. Debe su nombre a la Plaza Redonda en que se
encuentra (donde estuvo el gango de Ramoné). En el tramo de esta plaza, estaba hecha de ladrillo y cemento.
A su alrededor se podía disfrutar de una explanada con hierba y árboles
que daban sombra. Por ello era un lugar ideal para celebrar fiestas e
incluso bodas. En el agua de la cacera se sumergían y refrescaban
las bebidas. Además, se fregaban los platos y cacharros de la comida.
Eran otros tiempos…
Fuentes familiares
Tomás Ruiz
Mercedes Santos para 4Esquinas
Muy interesante. Estas caceras siguen activas en la actualidad?
ResponderEliminarGracias Sergio, la mayoría de ellas si.
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